El SUEÑO STEREO que SODA nos sigue haciendo vivir desde sus grandes canciones

 

Texto: Joel Cruz

Hace 25 años Soda Stereo lanzaron al mundo su álbum “Sueño Stereo”, una pieza sonora atípica para el trio rockero. Durante años, Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti abrieron el camino para la vanguardia en toda Sudamérica. Sin duda, el larga duración número siete marcaría hechos importantes en su porvenir.

Su carrera había llegó a un estatus impensable por otro artista en el continente antes de su aparición, comenzando los ochenta. Era junio de 1995 y la Sodamanía  estaba más que viva en el imaginario de millones de fans, todos unidos por la lengua heredada de España y congregados en un símbolo cultural,  pese a la distancia territorial de unos y otros.

Foto: Soda Stereo

En consecuencia, muchos seguidores al fin tomaron un respiro después de que el grupo rompiera una pausa prolongada, gracias a una portada que mostraba unos parlantes a punto de ser fecundados. La gran incógnita relacionada con el futuro de Soda y quienes se despidieron formalmente dos años más tarde, tenía un vínculo especial con la antología que contiene en su listado canciones como ‘Zoom’ y ‘Ella usó mi cabeza como un Revólver’.

Es natural indagarse si el camino de la agrupación en el disco estaba ligado a un posible nuevo trabajo, tal vez si las circunstancias hubiesen sido diferentes. En efecto, es solamente una suposición, una esperanza de quienes no queríamos un desenlace en la historia.

Colombia, país complicado para la proliferación del rock, no dejó sin embargo de ser ajeno al fenómeno: El formato musical agonizaba en realidad, pero la leyenda de las gracias totales se comenzaba a erigir gracias a “Comfort y Música para Volar”, espacio que la cadena norteamericana MTV entregó para el despliegue creativo que los intérpretes de ‘Un misil en mi Placard’ hicieron sobre el íntimo escenario de Miami.

A propósito del episodio y con el inolvidable aporte de Andrea Echeverri (líder de Aterciopelados), en la versión de ‘En la Ciudad de la Furia’, la nación cafetera entregó una pequeña ofrenda al legado de su música. La nostalgia longeva hizo lo suyo. Debido a eso, no fue extraño que el dúo bogotano precisamente publicara a finales del año pasado una regrabación del clásico sencillo, justamente ilustrando en el videoclip a la Buenos Aires que inspiró el colosal tema, y como homenaje a la partida terrenal de Cerati, durante el 2014.

Pueden leer Corazones y sortilegios: La era under de Aterciopelados

No fue sencilla la entrada de los músicos al complejo paisaje cultural colombiano, adornado de ritmos tropicales. No obstante, Soda Stereo siempre ha sido mucho más que los rótulos de los estantes en las disco tiendas, o las ahora plataformas de reproducción en línea, como su vasta admiración general lo demuestra.

En todo caso, fue precisamente el lema de rock en tu idioma el cual les permitiría entrar al estrecho mercado musical del país (en el que podían tener cabida). En su existencia, Bogotá, Medellín y Barranquilla atestiguaron sus presentaciones, recibidos en el escenario de incontables maneras.

Soda Stereo en Colombia, el 24 de noviembre (2007) 

Las anécdotas hablan desde luego sobre algunas de sus visitas, cargadas de aventuras propias de las giras internacionales. Cabe destacar, ha permanecido latente la afable percepción del público a través de los años; Soda Stereo siempre fueron absolutamente leales, entregados a su show y jamás fallaron. Incluso, también fue muy positiva su forma de interactuar con la prensa local y con algunos de sus colegas artísticos. No en vano, vínculo amistosos con Aterciopelados, Shakira, Andrés Cepeda, Estados Alterados y Juanes, nacieron justamente de aquellos buenos capítulos, entre ritmos, coros y letras para la eternidad.

Juanes con Charly Alberti en Lollapalooza Chile (2019)

Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Elvis de Estados Alterados en Medellín, durante los años ochenta

‘Danza Rota’, en su versión apoteósica del tour de regreso Me Verás Volver, quedó en el colectivo tricolor como una de las experiencias que definieron el íntimo contacto de la legendaria terna con los adeptos que hábilmente convocaron sobre las arenas del tiempo. Una manera clara de recordar el modo de cómo tres chicos de la capital argentina sin pretenderlo, se apoderaron por siempre de Hispanoamérica.