Un año después del lanzamiento del más reciente álbum de Soilwork en 2022, la pareja dinámica conformada por Bjorn Strid y David Andersson regresó con una nueva entrega de su siempre intrigante banda, The Night Flight Orchestra. Lo que en un principio fue concebido como una pequeña diversión compartida con el bajista de Arch Enemy, Sharlee D’Angelo, ha evolucionado en un vertiginoso viaje que ha dado como resultado cinco álbumes en siete años y medio. Este vuelo nocturno ha alcanzado alturas inimaginables, evidenciando que ya no podemos considerarlos simplemente como un proyecto secundario. Porque, en efecto, han trascendido ese estatus.
La cautivadora estética setentera y sudorosa de The Night Flight Orchestra, impregnada de champagne, rock and roll y un aire decadente en habitaciones de hotel, envuelve al oyente desde el primer momento. Si bien su álbum debut, "Internal Affairs", ya destacaba como una joya, "Skyline Whispers" y "Amber Galactic" consolidaron la devoción por la banda. Canciones como "Living for the Nighttime", "Gemini", "Domino" o "Midnight Flyer" pronto se convirtieron en imprescindibles en cualquier lista de reproducción.
"Aeromantic" ha resultado ser una grata sorpresa. En este trabajo, la banda ha trasladado su principal influencia de finales de los setenta a principios de los ochenta, adoptando más elementos del AOR que en sus producciones anteriores. A nivel emocional, encontramos un mayor brillo y sofisticación, con menos crudeza y desenfreno, pero manteniendo intacto el espíritu que ha caracterizado a The Night Flight Orchestra. El objetivo sigue siendo crear canciones festivas y tremendamente accesibles, construidas alrededor de coros contagiosos e irresistibles que se quedan grabados en la mente.
Una vez más, David Andersson se erige como el motor creativo de la banda, detrás de la producción de este álbum. A pesar de las altas expectativas y el ritmo frenético de trabajo, Andersson demuestra su capacidad para producir composiciones inspiradas e innovadoras.
En "Aeromantic", The Night Flight Orchestra ha incorporado elementos más histéricos y extravagantes que nunca. Algunos teclados y solos de keytar parecen extraídos directamente de una película ochentera, en perfecta sintonía con la estética de la banda.
El disco comienza de manera envolvente, con la voz de una azafata de vuelo que sumerge al oyente en el característico mundo de The Night Flight Orchestra. "Servants of the Air" golpea con fuerza desde el principio, atrapando al oyente con sus momentos más rockeros.
Los dos primeros sencillos lanzados, "Divynils" y "Transmissions", podrían parecer menos innovadores en comparación con el resto del álbum, pero mantienen su pegajosidad y ritmo característicos. Otros temas, como "This Boy’s Last Summer", "Aeromantic" o "Taurus", siguen la misma línea, manteniendo un equilibrio entre continuidad y evolución.
"Aeromantic" demuestra que The Night Flight Orchestra está lejos de estancarse en una fórmula preestablecida. A través de su evolución musical, la banda continúa sorprendiendo y cautivando a sus seguidores, demostrando que su vuelo nocturno está lejos de tocar techo.
