Monsters of rock 2023 en Colombia: El triunfo del rock que sigue vivo

Foto: Anperbu

Crónica: Carlos Borda

Sobre los monstruos

Cuando pienso en monstruos, imagino unos seres míticos y gigantes llenos de energía. Me animaría incluso a decir, que se devoran entre ellos y por qué no, también que se atragantan digiriendo a todo ser vivo. Los monstruos existen y aunque no comen carne humana, sobreviven gracias a la energía de sus seguidores. Alrededor del mundo, estas entidades míticas —que parecen inmortales—, vuelan entre países congregando creyentes. Estas bestias llegan a las ciudades principales relatando sus historias llenas de pasajes fantásticos, a veces, también retratan la existencia del ser humano y lo hacen con música.

La música siempre ha sido el secreto milenario de los monstruos, a través de ella, pueden hacer llorar, reír e incluso, enloquecer a sus audiencias. El pasado 15 de abril, por primera vez, estos monstruos se reunieron en Colombia. Había que contenerlos dentro del Estadio Nemesio Camacho El Campín en la capital del país; los monstruos tras escupir fuego, vomitar sangre, cantar, gritar y volar encima de las personas, habían extasiado al público. Estas son las memorias del día en que cinco conjuntos de monstruos aterrizaron en Bogotá, hicieron sus mejores presentaciones y se marcharon dejando tanto alegría, como nostalgia; esta es la historia del primer Monsters of Rock Colombia. Estos monstruos, no son nada más que seres humanos; ellos, se han ganado la categoría no por temibles, sino por titánicos y legendarios. En esta ocasión los elegidos fueron Angra, Helloween, Deep Purple, Scorpions y Kiss.

El 15 de abril de 2023, Bogotá era bañada por una luz cálida y la brisa se abría paso entre las amplias cabelleras que se daban cita en los alrededores del Estadio El Campín. Pasado el mediodía, ríos interminables de gente, le cumplían al encuentro con las leyendas vivientes del rock. La mayoría vestía prendas de color negro, aunque no había muerto. Todo era una fiesta. Los asistentes se confundían entre las camisetas, afiches, sombreros, stickers y pañoletas que traían los vendedores ambulantes en conmemoración de estos monstruos que visitaban la ciudad.

Camino al encuentro, había pasado por varios filtros de seguridad y requisas, hasta que entré realmente al estadio. El día de por sí ya parecía de ensueño, un cielo despejado con un sol que acompañó todo el día el evento. Adentro las personas corrían agitadas por ver a sus ídolos. Eran fieles seguidores de ellos, algunos sólo los habían visto por vídeos y otros tenían memorias de escucharlos en radio; sin embargo, nadie advirtió lo que vendría en un escenario con dos pantallas verticales y una horizontal al centro, rodeados de múltiples cabinas que se descolgaban ante los asistentes, ansiosos y expectantes.

Angra y la garra latina

El escenario fue ambientado por rock, blues y heavy metal. Sonaba la agrupación canadiense Rush, cuando se asomaron los integrantes de la agrupación brasilera Angra, los primeros monstruos que habían sido convocados, por la ausencia de Saxon. Angra arrancó con toda la artillería, bajo las guitarras pesadas en Newborn Me, se abría paso la melodiosa voz de Fabio Lione, que exaltaba la fraternidad de ser latinoamericanos. Una presentación impecable, entregando lo mejor de su repertorio e historia, destacando canciones como Angels Cry y Carry on. Cerraron tras un despliegue constante de energía, interpretando Nova Era.

Foto: Wilson Ramírez - Musica Live Shots

Helloween el viejo conocido

Uno puede llamar amigos a muchas personas, pero conocidos hay pocos. Así le pasa a Helloween con su público colombiano; era la octava vez que pisaban estas tierras. ¿A ellos qué se les puede pedir? Ya han tocado todo y brindado sus mejores espectáculos. Como un viejo conocido para la mayoría de los asistentes, les habíamos escuchado sus canciones y visto ya su puesta en escena. Aun así, encendieron al público colombiano, bajo un sol que ardía y de paso calentaba a los asistentes. Algo inusual, abrieron el setlist con Dr. Stein, como si fuera poco, le seguía Eagle Fly Free. Éxito tras otro, la banda comandada por Andi Deris y Michael Kiske, fue transitando por los clásicos —permitidos por el tiempo de presentación—, que han conformado a esta banda, como una institución del power metal. Terminando en I Want Out, había pensado que este show sería el más enérgico e insuperable. Estaba equivocado.

Foto: Wilson Ramírez - Musica Live Shots

Deep Purple la grata sorpresa

La sinfonía que separaba al público de Deep Purple, parecía eterna; el rostro de sus integrantes tallado sobre hielo aparecía en la pantalla central del escenario. Pantalla en negro y arranca el redoble de Ian Paice en la batería. Lo primero que pensé fue si realmente ese baterista tenía 74 años. Van entrando sutilmente los teclados, hasta que estalla Highway Star en la voz de Ian Gillan. Inmediatamente me fui dejando llevar por la melodía de los teclados hasta entrar en una danza frenética, llevado por el juego de melodías entre guitarra y teclados.

Foto: Wilson Ramírez - Musica Live Shots

Transitaban las canciones y por un momento, Ian Gillan nos elevó al cielo con su magistral presentación en When a Blind Man Cries. Sus párpados pesados, la voz quebrada y manos temblorosas durante la presentación, me conmovieron como nunca antes. Algunas lágrimas cayeron de mi rostro, mientras que Ian, alargaba la nota final de esta canción, como si fuese su última oportunidad para cantar, cerraba nuevamente su mirada —en un estadio silenciado por la solemnidad—, bajó el micrófono, envío un beso al público y se llevó lentamente las manos al pecho. Había presenciado la bondad del rock n roll en la voz de una institución del género. Más agradecido, imposible. Casi como una ráfaga de clásicos, llegarían Perfect Strangers y Smoke on the Water, la cual fue coreada a unísono por todo asistente del estadio. Cerrarían con Black Night, sin dudarlo, Deep Purple dio una clase magistral de como perdurar en la memoria y nadie lo esperaba.

Foto: Anperbu

El aguijón de Scorpions

Los alemanes llegaron arrollando y con un show visual sorprendente, parecía el show inmersivo de Scorpions; el setlist fue acertado y extendido durante la noche. Allí sobresalieron instrumentales y todo tipo de clásicos. Desde la apertura con Gas in the Tank, la energía indiscutible en Peacemaker, hasta las indiscutibles baladas hard rockeras infaltables en su set. Wind of Change hizo presencia elevando un canto para el mundo que queremos y solidarizándose con el pueblo ucraniano. Definitivamente el cierre fue el aguijón de esta agrupación que le inyecto la energía faltante a la velada. El estadio lloraba cuando puntearon los primeros acordes en Still Loving You. Scorpions cerró celebrando al ritmo de Rock You Like a Hurricane. 

Foto: Wilson Ramírez - Musica Live Shots

El show de Kiss y Rock ‘N’ Roll All Nite como filosofía de vida

Todos queríamos ver a Kiss, su show, su pasión y entrega. Kiss se debe a su público, aunque nosotros no sintiéramos las piernas y estuviésemos muertos del cansancio; ahí estábamos, tras dar la apertura al sonar Led Zeppelin, las cuerdas de la agrupación bajaban de la cima en amplias plataformas. Kiss desataba Detroit Rock City y el público, veía por última vez a la agrupación norteamericana; disfrutando los visuales, la pirotecnia y láser de esta agrupación comandada por Gene Simmons y Paul Stanley. Canción tras canción, iban dominando el escenario, solamente como lo saben hacer ellos. Fuego por todas partes, Paul Stanley volador y Gene escupiendo sangre y llamas. Tommy Thayer armonizaba cada solo y Eric Singer entraba en los tiempos precisos. Si Kiss se despidiera 30 veces, y pudiese verlos, serían las 30 veces más hermosas de mi vida, Kiss más allá del espectáculo, también es un pilar de la escena y si esta fue su última vez en Colombia. Se han ido de la mejor manera.

Foto: Wilson Ramírez - Musica Live Shots

Pasada la medianoche, terminó el Monsters of Rock en Bogotá. El evento más allá de imborrable será recordado como necesario cada vez que se quiera dedicar, llorar o reír con alguien. Si hay algo que me dejó este día es que la música además de refugio es compañía y que siempre congregará muchas más personas por muchos años. Estos artistas o monstruos han acompañado siempre nuestras vidas; mientras sigamos oyendo la música seguirá sonando y nada muere, si no se olvida. Allí está el triunfo del rock.

Foto: Wilson Ramírez - Musica Live Shots

Galería 1- Crédito: Anperbu para Hummingbird Press

Galería 2: Crédito Wilson Ramírez - Music Live Shots